El sobre secreto

Las pulsaciones me suben de forma exponencial provocando una pequeña taquicardia, sudor copioso convertido en visibles ronchas sobacales y temblor en las manos.
«En definitiva, que el afamado industrial hecho a sí mismo, forjador de empresas, propietario de una de las herrerías más importantes de la ciudad, vecino de una de las viviendas más lujosos del paseo de Gracia, buen católico, beato, puntual en misa, miembro de la Asociación de San José y a saber de cuántas cosas más, dejó en la Isla de Cuba su semilla en forma de tres criaturas, probablemente mulatas, y de una mujer supuestamente criolla o mestiza.

La magia de la novela lleva la lectura de esta carta secreta al archivo de Vilanova cuando en realidad fue leído al lado del mar, junto a una de las playas de Cunit. Pero lo que no hay duda es de que la expresión de sorpresa cuando leí las líneas principales de esta carta fue tal y como se expresa en la novela.

Esta es la transcripción de la carta:

En nombre del Padre, del Hijo y des Espíritu Santo Amen.
Yo Ignacio Marques y Bolet, Esposo de Isabel Bolet y Vidiella, deseando que mis intereses estén arreglados para el caso de una muerte prematura, y estando al presente en sano juicio y buena salud, hago el presente testamento a fin de que en el caso desgraciado expresado arriba, no sufra el menos entorpecimiento el arreglo de mi testamentaria y al efecto dispongo lo siguiente.
1º Queda mi Sra Esposa heredera durante su vida de todos mis bienes habidos y por haber excepto lo expresado luego.
2º A mi Sra Madre, cuando me sobreviva, le cedo la cuarta parte de mis bienes que por la ley le corresponde.
3º Como a mi Esposa y Madre les consta que en Santiago de Cuba tengo tres hijos naturales míos y son Mercedes Santana, Ignacio Santana y Antonio Santana, quiero que se le entregue y asegure por conducto de un tutor que luego nombraré la cantidad de dos mil duros a cada uno, y si alguno de ellos me premuriere, le substituyo a su Madre, y en falta de esta a los demás hermanos hijos naturales míos, y en el caso de fallecer todos en menor edad, quiero que las cantidades llegadas vuelvan a mi Sra Esposa si sobrevive, y de no, pase a los pobres de la Villa de Piera.
4º Después de muerta mi Esposa, si sobreviven todos tres, dos o uno de mis hijos naturales, quiero que hereden la casa que durante su vida le dejé a ella sita calle Mayor nº 38, antigua de Marrugat, de esta villa, así como aquellos muebles y prendas que a ella le parezca, y también me sería muy agradable les asignase ella a ellos, todo el capital que a ella le haya correspondido de mi testamento. Para el efecto nombro tutor de mis hijos naturales a mi hermano Isidoro Marqués.
5º Muy en particular recomiendo como propietario que soy de la casa nº 38 calle Mayor de esta Villa, quede absolutamente dueña y propietaria de ella y de todo lo que contenga, como son muebles, ropajes y prendas de todas y cualesquiera clase que sean, mi legítima Esposa durante su vida.
6º Después de mi muerte, mi Esposa dispondrá los funerales para mi alma.
7º A mi querida hermana Irene Bolet, hermana de mi querida y muy estimada Esposa se le entregarán dos cientos duros.
Esta es mi última voluntad que quiero valga por testamento, codicilo o cualesquiera otra especie de última voluntad que mejor en derecho hacerse valer puede. Y para que conste la otorgo y fimo en Villanueva y Geltrú día 10 de enero de 1865
Ignacio Marques y Bolet.