En la época de más carencias, Gaudí, acompañado por Josep M. de Dalmases, salieron a pedir dinero puerta a puerta, ésta es una historia conocida y recordada por todos los biógrafos, pero no lo es tanto el hecho de que Gaudí recibió un jugoso talón que no pudo gastar. Estos son los hechos:
Gaudí sale a mendigar el invierno de 1914
Un comercial afín rechaza ayudarle
El mismo comercial entrega en 1916 un talón de 800.000 ptas a nombre de Gaudí
Gaudí la entrega a la Junta de Obras que decide dejarlo como fondo de reserva y gastar sólo los intereses que reporte (se ignora el motivo de esta decisión que asfixia las obras y da la sensación de que destina el dinero a otras finalidades)
Los intereses pagan el 41% de las obras desde 1928-36
Durante la Guerra Civil se guarda el talón en un banco de Londres
Se recupera una vez terminada la Guerra
Se dedica a reconstruir la cripta
El Propagador anuncia los donativos que recibían las obras, normalmente pocas pesetas y reales, pero en 1921 y cada año a partir de 1927 hasta 1936 aparece un donativo misterioso bajo el título ‘Por unas piedras más’ que corresponde a los intereses del talón entregado por un misterioso comerciante.
Éste es el dinero gastado en ese período y la parte que corresponde de los intereses del talón. Un 41% del total gastado desde 1928 a 1936. Sabiendo ahora la intención del obispo de abandonar el proyecto Gaudí para construir una pequeña iglesia en su sitio se entiende la negativa para gastarlo.
Estos tres artículos de 1927, 1932 y 1971 ayudan a conocer la historia del talón.