«Maldito dolor de cabeza», maldigo dando un golpe inusualmente violento al teclado para encender el ordenador. Nunca lo acabo de apagar del todo, siempre lo suspendo bajando la pantalla, y es que son contadas las ocasiones en que se queda inactivo más de cinco horas seguidas.
La memoria SSD arranca el sistema poniendo en marcha el ventilador con aquel ruido que solo se hace presente cuando se apaga la máquina. Miro la pantalla y aparece el Chrome con un montón de pestañas abiertas que dan la pista de lo que hice ayer. Vistazo rápido; «Whatsapp.com, facebook.com, ara.cat, sport.com, arca.bcn.cat…»
—¿ARCA? ¿Qué coño buscaba yo en el ARCA?
Pulso la pestaña y aparece la imagen escaneada de la hoja de una antigua revista.
—¿El Diluvio de 4 de abril de 1896?
La noticia menciona una Herrería en el actual barrio de Sants, que será la segunda que funde Marqués y que aparecerá en breve en la novela.