PARTE II: AVARICIA

Las obras de la Sagrada Familia continuaban sin más pena que gloria, gracias a los donativos que llegaban hasta la Asociación de San José. Pero todo cambió cuando una desconocida, Isabel Bolet, entregó un legado fabuloso con el que Gaudí rediseñó la iglesia por la que conocemos hoy. En la novela ‘La dama sin rostro‘ pueden conocer esta extraordinaria historia real.

Los capítulos de este apartado se basan en un expediente de 32 páginas donde se detallan las reuniones mantenidas entre los enviados por parte de la diócesis y Francisca Bocabella, viuda de Dalmases e hija del promotor de la construcción de la Sagrada Familia.

Muchos de los párrafos que aparecen en la novela son textuales y, por lo tanto, de gran verosimilitud histórica.

Si desean consultar la totalidad del expediente, lo encontrarán en https://jbretos.com/creacionjuntaobras
Acta notarial de 19 de junio de 1893 en donde se informa a Gaudí que la Diócesis es a partir de ahora la responsable de las obras, incluyendo la frase ‘ apercibimiento de lo que en derecho hubiere lugar’.
Obispo Jaume Català Albosa, protagonista del episodio de la creación de la Junta de Obras.
Boletín eclesíastico de 14 de agosto de 1895 en donde se publica el decreto de constitución de la Junta de Obras.