La leyenda explica que una mujer se presentó a Gaudí para costear una capilla de la pequeña iglesia que se estaba construyendo a las afueras de Barcelona. Incomprensiblemente, el arquitecto rechazó el ofrecimiento y años más tarde fue destinatario de la herencia de la señora, una fortuna que le permitió convertir la vulgar iglesia del Poblet en una de las maravillas de la humanidad.
Nadie ha conseguido poner apellido a la enigmática Isabel, todavía.
Fue el 26 de marzo la fecha en que desvelé la identidad de la mujer sin la que no existiría la Sagrada Família: Isabel Bolet i Vidiella. Tras 130 años de intentos, este fue el momento histórico:
The legend explains that a woman presented herself to Gaudí to pay for a chapel in the small church that was being built on the outskirts of Barcelona. Incomprehensibly, the architect rejected the offer and years later was the recipient of the lady’s inheritance, a fortune that allowed him to turn the vulgar church of Poblet into one of the wonders of humanity.
No one has managed to give the enigmatic Isabel a surname, yet.